Dejen a los aficionados del Valencia protestar en paz

Si encima no puedo protestar por cómo está el Valencia, ¿qué me queda? El aficionado valencianista tiene todo el derecho del mundo a acordarse de la madre de todo el mundo, porque se siente impotente, superado, tiene miedo, pánico, y mucha rabia. Y frustración. Y todo eso se debe volcar, se tiene el derecho a hacerlo, y lo que no puede pasar es que se pongan problemas para que se pueda llevar a cabo. Lo mismo que tampoco se pueden traspasar ciertos límites.

Insultar, amenazar con violencia física o acosar no pueden tener cabida en este contexto. No, de ninguna manera, y se pueden decir muchas cosas, bien alto y bien claro, sin recurrir a todo eso. Que a Layhoon, presidenta, y todo directivo o cargo que se siente en el palco, se le pite, se les diga que se vayan y se les censura el desastre que llevan perpetrando desde hace 4 años, no sólo es justo, es que además es necesario por higiene mental de todos.

Rodear ese palco con policía, que no es la primera vez que lo veo en Mestalla, siempre me ha parecido una barbaridad, una especie de insulto hacia la afición del Valencia. Que por desgracia se justifica con 4 tontos, que los hay siempre en todas partes. Dejen a la afición desahogarse, no nos hagan sentir delincuentes, porque no lo somos, aunque haya elementos que parezcan lo contrario. Eso es de lo poco que nos queda, y no podemos perderlo.