Una hoja de ruta que se repite en el Valencia CF

El Valencia vuelve a llegar a finales del mes de enero con muy pocas opciones de alcanzar un puesto europeo y la inacción del club a la hora de reforzar al equipo. La pasada campaña la ilusión de la copa tapó los problemas, pero en esta ocasión el sueño de alcanzar otra final se ha esfumado en los cuartos de final. El club cambió con la salida de Marcelino y Mateu Alemany en 2019, la etapa Celades no fue más que una transición hacia lo que se repetiría en los tres cursos posteriores.

Javi Gracia, Bordalás y Gattuso comparten experiencias aunque es obvio que la estancia de cada uno de ellos en Mestalla ha sido distinta. Con Gracia hubo poco espacio para ilusión, el técnico quiso salir cuando se sintió engañado y lo cierto es que transmitió muy poco a la afición. La decepción de Bordalás llegó en el mercado invernal aunque no desaparecieron sus ganas de devolver al Valencia a la zona que le correspondía; no tenía mimbres para ello y pese a que en La Liga el equipo hizo poco papel, el alicantino estuvo muy cerca de hacer campeón al Valencia.

Ahora se repite el guion, Gattuso esperaba refuerzos y no está dispuesto a aceptar contrataciones que no vayan a aportar. Su relación con la propiedad parecía buena y en ello influyó mucho el papel de Jorge Mendes. De hecho, las visitas del italiano a Peter Lim reflejaban una buena sintonía; a la hora de la verdad los fichajes no han llegado y en unos días sabremos si el club satisface a Gattuso con algún futbolista. La diferencia es que el actual entrenador se ha mantenido muy cauto a la hora de señalar a la propiedad, no ha puesto excusas pero de sus palabras se extrae una clara disconformidad con el proceder de Meriton. Nada nuevo.