Y cuando el Mestalla va como un tiro, se hace el silencio... salvo excepciones

Cuando el filial del Valencia va bien, se hace el silencio. Cuando hace dos años el equipo bajó de Segunda B a Tercera, cuando no había forma de para la caída y cuando nadie se paraba a explicar los motivos por los que no se podía competir bien, que de formar nadie decía ni mu, del Mestalla se hablaba casi tanto como del primer equipo, porque eso venía bien al relato, porque ayudaba a echar leña al fuego y porque los daños colaterales, entrenador y jugadores, eran algo que se podía obviar, ya que el fin era mucho mayor que dinamitar estas cosas.

El año pasado se subió de categoría, con cierta holgura, y ya se dijo poco sobre el equipo de Angulo, cuya labor también habrá que poner en valor, que al fútbol no se gana sólo por inercia. Y esta campaña, en la que se está jugando bien, pero sobre todo, se continúa con la formación de jugadores, tampoco es que está siendo muy nombrado, salvo los que siempre se dedican a cubrir al filial, que se va líder y haciendo las cosas muy bien. Es como si eso fuera una anotación a pie de página sin más, porque el eco que tiene es poco menos que nulo.

Pero yo voy más allá, porque al final, una cantera es los jugadores que produce. En el Mundial de Qatar están 4 jugadores formados en Paterna, Soler, Ferran, Hugo Guillamón y Kang in Lee. Gayà se quedó por el camino por vaya usted a saber qué. Uros Racic y Yunus Musah han pasado por el filial, aunque no han sido formados aquí, y Jordi Alba completó si formación con nosotros. Tenemos una cantera sensacional, aunque se diga poco, y los Jaume, Rivero (Mamar estuvo en el filial también), Vázquez, Mosquera, Lato, Gayà, Guillamón, Yeyu, Fran Pérez (Musah estuvo en el B), más los Gasiorowski, Iranzo, Tárrega, Gozálbez... no salen de la nada, aunque no se diga mucho, si la cosa va bien.