La implicación y complicidad de Gattuso a debate

Gennaro Gattuso no lo ha tenido fácil en sus primeras semanas como valencianista, tampoco tiene razones para quejarse ya que conocía perfectamente la situación que vivía el club y el extraño momento en el que llegaba a Mestalla. No lo ha hecho, y tampoco ha alzado la voz por la ausencia de fichajes o la venta de Gonçalo Guedes, obviamente no es algo que le satisfaga pero el transalpino ha preferido seguir trabajando y optar por no incendiar el ambiente en ruedas de prensa. Esta actitud ha enfadado a aquellos que ven en su línea de actuación un signo de sumisión.

Nuevamente las redes sociales han mostrado la visión más surrealista de una batalla que mantiene dividido al valencianismo, al menos en el escenario virtual. Se han llegado a leer comentarios acusando a Gattuso de cómplice y de ser parte de la supuesta trama que maneja los hilos del Valencia CF (no es difícil encontrar esas publicaciones realizando una simple búsqueda). ¿Su delito? trabajar sin descanso, estar comprometido y centrarse en el apartado deportivo.Todas las opiniones son válidas pero en ocasiones se traspasa la línea de lo razonable. Afortunadamente estos comentarios extremistas y fuera de lugar llegan procedentes de una minoría que en ningún caso representa a la gran masa valencianista.

Se sabe quién ha colocado a Gattuso en el Valencia, nadie es ajeno al funcionamiento del mundo del fútbol. Pero creer que el italiano desea el mal del equipo o que su implicación tiene como único objetivo beneficiar a los propietarios y no al club en su conjunto roza lo demencial. Se podrá discutir si su estilo es el mejor para el Valencia, incluso es necesario dudar sobre el uso que hace de las piezas del equipo; todo ello entra dentro del debate deportivo sano. Pero al igual que ocurrió con Bordalás, un pequeño sector parece más preocupado en sacar punta a cada gesto o comentario en rueda de prensa que en analizar su trabajo; los silencios de Gattuso en este momento o los de Bordalás a su salida no son sinónimo de pertenecer al bando de los "llamados" antivalencianistas.