El Valencia no ha muerto, ni morirá

Tendemos a magnificar todo lo que nos pasa, lo ponemos muy poco en el contexto histórico, y hacemos de menos el gran valor del sentimiento

Toni Hernández | 07 AGO. 2022 | 00:01
Valencia CF

El Valencia no está muerto. No murió en Segunda ni tampoco al hacerse SAD. Porque el sentimiento, cuando pasa de padres a hijos, lo mantiene vivo. Ahora lo estoy experimentando con mi hija. No, el Valencia no está muerto, ni morirá, por estas cosas. No olvidemos eso nunca. No comparto en absoluto todos esos discursos catastróficos y apocalípticos que aparece siempre en torno al club, porque llevamos nuestros temas personales a un ámbito que es de todos, y eso, según qué peso tengas en el entorno, es algo que no se puede ni se debe hacer.

Mi padre se fue hace 15 años, con 61, y bastante antes me decía que el fútbol, el Valencia, para él ya no era lo mismo. Había tenido su momento, su Liga del 71, el éxito en Europa, y habría trasladado el sentimiento. Es posible que le faltara un nieto para renovar esa ilusión, pero el Valencia no estaba muerto para él, simplemente lo vivía de otro modo. No vamos morir nunca, porque no lo hicimos después de la Guerra Civil, con Mestalla destruido. No lo hicimos cuando nos quedamos sin un duro en los 50 para hacer el Gran Mestalla. No lo hicimos cuando nos dejaron tirados con las obras del Mundial 82. No lo hicimos cuando bajamos a Segunda. 

No lo hicimos cuando nos obligaron a ser Sociedad Anónima Deportiva. No lo hicimos cuando empezamos a construir un campo que tuvimos que parar. No lo hicimos cuando tuvimos que vender el club a un señor de Singapur. Porque todo eso es otra cosa, porque el Valencia somos los valencianistas, y la sangre que corre por nuestras es ese legado que los padres ceden a los hijos. No, ni estamos muertos ni vamos a estarlo nunca, porque en ese caso, les estaríamos faltando al respeto a todos aquellos que han firmado más de 100 años de historia, y no sólo hablo de nuestras leyendas, sino de mi padre o de mi abuelo. Los de cada uno de nosotros. Las guerras puntuales son una cosa, que es eso, puntual, pero el Valencia, gracias a Dios es mucho más que eso, y está muy por encima.