¿Qué pasa con el fichaje de Alderete por el Valencia?

En medio de la semana más dura en año se dice desde Argentina que está hecho, pero la sensación aquí es otra

Toni Hernández | 20 MAY. 2022 | 00:01
Omar Alderete

¿Alguien nos puede decir qué ocurre con el fichaje de Alderete por el Valencia? ¿Se ha puesto imposible porque no tenemos margen en el Fair Play Financiero para firmarlo? ¿Acaso no nos van a tratar de igual modo que al Barcelona en el pasado mes de enero? ¿El jugador se quiere quedar o por el contrario prefiere irse a otro sitio, o incluso regresar a Alemania? ¿El club va a salir a contarnos cómo están las cosas de una vez o vamos a tener que pasarnos el verano angustiados una vez más? Porque la variable de si José Bordalás lo quiere o no ni la menciono, porque directamente no considero que el técnico alicantino tenga semejante cosa en la cabeza. 

Con todo ello, y viendo también que el entrenador no quiere hablar sobre el tema (tampoco sé la razón exacta después de lo de Hugo Duro, aunque entiendo cualquiera que tenga), lo que hasta ahora para mí era ver cómo se afrontaba una operación delicada por los problemas de la masa salarial, ahora empieza a ser otra cosa que no tengo tampoco clara. Quiero decir, en un club normal tendría una preocupación X, pero en el mundo Meriton, donde todo es posible y al revés en cuestión de días, no tengo nada claro qué va a pasar. Debemos vender a gente, sin duda y lo sabemos, pero debemos comprar también, porque al equipo le falta muchas cosas para poder estar con los de arriba. Alderete sería otro paso más adelante, como el de Duro, y con todo y con eso, quedarían muchos más.

¿Pero los vamos a dar? Porque el entorno no entendería nada, menos aún de lo que entiende ahora, y el mensaje de debilidad que se mandaría sería mucho más grave que la sensación que se pueda tener ahora al respecto. A esta alturas de año esperaba tener este tema zanjado, igual que los de Carlos Soler, José Luis Gayà y Hugo Guillamón, pero nos encontramos con que no tenemos nada. Y eso no ayuda a pensar que el paraguayo se vaya a quedar. Es una sensación, pero el problema es que todo lo que hay alrededor no invita a pensar otra cosa.