Los niños del Valencia deben estar en la final de la Copa del Rey

Los niños del Valencia tienen que estar en La Cartuja, en la final de Copa, porque deben vivir ese momento. La primera que pude ir a una tenía 21 años, y aunque era joven, no lo pude disfrutar siendo un crío, que es cuando estas cosas te calan e impresionan más. Con el paso del tiempo, hubiera dado muchas cosas por vivir ese momento bastante antes, no sé cuando, pero sí más pequeño. Espero poder llevar a mi hija, casi 8 años, porque sé que si lo consigo, pase lo que pase en ese partido, ya habremos ganado. Valencianista para toda la vida, con el sentimiento grabado a fuego de un modo natural. Los niños deben estar en Sevilla, y el club, al menos en esto, tiene que tener una sensibilidad que hasta ahora mismo no se ha visto, y eso me resulta tan preocupante como los errores groseros en la gestión.

Conozco a muchos padres, pero a muchos, que están más preocupados por ver cómo llevan a sus hijos que por ir ellos, y que se quedarían en la puerta del campo para que pudieran ver ellos el partido, aunque todos sabemos que eso no se puede hacer así. No sé cuántos socios del club tienen a un chaval que no cumple con esos requisitos que, sin parecerme malos, hemos visto que han quedado desvirtuados por muchas cosas. Se pueden aplicar muchas soluciones, pero muchas, y eso haría que evitáramos situaciones que no se deberían dar de ninguna manera. Los niños tienen que estar el 23 de abril en las gradas, han de experimentar lo que es un ambiente de un partido como ese, lo que se siente cuando eres del Valencia en una final.

Llevamos 2 en 3 años, y eso, si analizamos la historia, no es lo normal, con lo que las opciones de volver a repetir en el corto plazo, por mucho que nos duela, está muy lejos de ser lo habitual. Saber cuántos abonados menores o que no llegan a cumplir esos 8 años de socios, y que tienen a padres o mayores que sí lo hacen, es muy sencillo en los tiempos que corren. Y que todos ellos pudieran tener una entrada para la final no sólo estaría bien, sino que incluso lo llego a entender como una obligación del club. Ellos son el presente y el futuro, y no les podemos gastar esa putada, hablando mal y pronto, porque no se lo merecen. Y el Valencia, desde muchos puntos de vista, tampoco se lo puede permitir.