No entiendo muchas de las cosas que pasan alrededor del Valencia

Seguimos sin entender, sin querer hacerlo, algunas cosas que son esenciales, y luego nos llevamos disgustos innecesarios

Toni Hernández | 21 MAR. 2022 | 00:03
Valencia CF

Desde hace mucho tiempo, no entiendo muchas cosas que pasan en torno al Valencia, y cuando tienes unos días en los que no prestas demasiada atención a todo, como es la semana de fallas, te das cuenta que la desconexión con una parte de la realidad del club es algo mucho más que necesario. Las guerras que algunos quieren convertir en algo sagrado no se sostiene, se les empiezan a caer los palos del sombrajo, la esencia no se encuentra por ningún lado, y como encima todos los están viendo, resulta que los que lo decimos somos mamadores de Meriton.

El problema radica, entre otras muchas cosas, en que no queremos admitir cuáles son las reglas del juego, y eso se ha terminado convirtiendo en un discurso que ha comprado mucha gente, aun a pesar de ser algo que no se puede alargar en el tiempo. Hay varios temas judiciales pendientes, uno de ellos en breve, pero si no se falla a favor de los demandantes, que no sé lo que pasará porque no soy juez, la realidad va a ser muy dura para todos. No me meto en ese asunto, porque no depende más que de la justicia y de las pruebas, y habrá que esperar. De todos modos, no queremos ver las cosas como son, y eso es un problema. El domingo escuchaba en una radio nacional que Mister Chen, el dueño del Espanyol, ha admitido negociar para la venta de sus acciones. Pide 200 millones de euros, cuando él ha puesto unos 200 entre la compra y las ampliaciones y aportaciones.

Y claro, mi mente hacía la equivalencia con nuestro equipo, y me tiraba de los pelos. Ya me duele y me sabe mal, pero aquí a Peter Lim se le saca con dinero, y de eso no ha traído nadie nada. Y no hablo del “ponlos tú”, que la simpleza en el pensamiento lo deshace como un azucarillo. Hay mucho interés oculto, y no tanto, y demasiada gente a la que se le empieza a ver el cartón, porque algunos argumentos están totalmente agotados. Y en medio está el Valencia, que es quien acaba pagando los platos rotos de todos nosotros. Un desastre. Una vergüenza. Una enorme pena.