Valencia Club de Fútbol: todos juntos, sin bandos, a muerte

¿Os habéis parado alguna vez a leer con detenimiento qué es lo que pone en el escudo del Valencia? Yo sí, muchas veces, y hay días que aún lo sigo haciendo. Pone “Valencia Club de Fútbol”. Nada más. Y nada menos. No hay más nombres, de nadie, y eso significa muchas cosas. Hoy juega el equipo del escudo, el “Valencia Club de Fútbol”, no lo hace nadie más. Habrá 11 tipos que se pondrán nuestra camiseta, con otros más en el banquillo, y esos y sólo esos, son los que podrán llevarnos a jugar otra final de la Copa del Rey. Idealizamos muchas situaciones, y de forma incomprensible, al menos para mí, tendemos a olvidar otras que son igualmente importantes. Hoy no podemos ir a Mestalla pensando en otra cosa que no sea la de hacer volar a nuestra gente, porque creo, humildemente, que estaríamos cometiendo un error.

Porque, reitero, lo que pone en el escudo es “Valencia Club de Fútbol”, no otra cosa, y eso lo debemos tener en cuenta por encima de cualquier otra cuestión. Y ojo, que no le digo a nadie qué tiene que hacer, simplemente recuerdo lo que somos, nada más. He tenido la inmensa fortuna de contar y vivir muchos títulos de mi equipo, muchos más que mi padre, por ejemplo, y salvo en algún caso por afinidad personal (mi tío Jaume Ortí era otra cosa por lazos que van mucho más allá del fútbol), jamás he pensado en quién mandaba a todos los niveles cuando hemos llegado a este punto.

Seré raro, seguramente, pero es así como pienso desde que tengo uso de razón. Porque soy, como cientos de miles de todo el mundo, de los que cuando el murciélago con las alas abiertas, cuando ve la senyera, cuando ve el balón antiguo justo en el centro, no puedo pensar en otra cosa más que “ese es mi equipo”. Y hay días que llevan esos sentimientos al extremo más salvaje, y hoy es uno de ellos. Vivamos el momento, sin bandos, y yendo a muerte con el equipo. Mañana podremos seguir peleando entre nosotros, pero ya no habrá una semifinal de Copa que jugar.