La unión del Valencia, una utopía

La gran manifestación por la dignidad del Valencia no hará que Peter Lim se marche esta semana del club. Normalmente no, vaya. Pero si por lo menos consiguiera que de esto saliéramos unidos de verdad, con respeto a todos los pensamientos y sin fisuras ni bandos, Meriton seguiría aquí un tiempo (seguro), pero seríamos un club mucho más fuerte y grande.

Lo tengo casi tan claro como que no pasará nada de lo que me gustaría, porque ya el previo del 11-D estuvo pasado de rosca por parte de algunos, esos para los que el Valencia es simplemente la excusa, no el fin en sí mismo de las cosas. “Cuando Lim se vaya iremos a por vosotros”. Eso, además de ser una fanfarronada imbécil que nadie tendrá luego narices de hacer, que el cara a cara las muy duro, genera de verdad desapego del club, mucho más que la gestión de nadie, que aquí hemos tenido “genios” muchas veces. Que haya bandos es absurdo, pero también me temo que es algo que forma parte de nuestra cultura valencianista, cosa que sigo sin comprender.

Porque entiendo que cada uno lo vea a su manera, de hecho, la pluralidad es algo esencial, pero no me entra en la cabeza que, por no pensar igual, el prójimo sea un despojo humano, un vendido, un mamador. Esta tensión siempre ha existido, que no se piense nadie que es algo nuevo, pero a los extremos que se está llevando no lo había visto jamás, y eso, además de peligroso, es muy triste. Lim se irá, y vendrá otro, y si no estamos unidos, si no formamos un solo bando, estaremos igual que ahora. Con una gestión mejor o peor, pero divididos, lo que siempre vendrá bien al que mande, porque el día que las cosas no vayan bien, y esto es fútbol, sabrá que su posición nunca será la más débil.