El Valencia juega este sábado contra el Athletic de Bilbao, y los de blanco y negros son los nuestros

El Valencia es el de la camiseta blanca con mangas negras, y pantalón de ese mismo color. Es un equipo muy trabajado, que tiene un gran entrenador, y una plantilla de profesionales honrados que lo dan todo en cada partido. Y si el rival de este fin de semana nos gana, será que ha corrido mucho más que nosotros. Pero los nuestros seguirán siendo los mismos, no habrán cambiado, y nadie se puede equivocar cuando vaya al campo. Y desde luego, no estoy hablando del aficionado del Valencia, que tengo perfectamente meridiano que sabe lo que debe hacer.

Hablo del entorno, ese para el que siempre es más importante tener razón que cualquier otra cosa, y que bajo el manto de ir contra Lim, como si hubiera que estrujarse mucho la cabeza para atizar al máximo accionista, justifica cualquier cosa, por marciana que sea. Este asunto me ha costado conocidos. Iba a decir amigos, pero si un tipo deja de hablarte o te llega a decir que estás muerto para él, por el simple hecho de no hacer mártir a Marcelino y su equipo de ayudantes, y poner al Valencia por encima.

Incluso dando por sentado que echar al asturiano fue una estupidez en el momento en el que se hizo, es que no es muy amigo. Marcelino se pasó 10 pueblos, y todos lo sabemos, pero Meriton, como siempre, manejó todo al revés, y se pegó dos tiros en el pie. Y encima despachó a Mateu Alemany, que esa sí fue la gran cagada de Peter Lim en estos 7 años. Pero con todo y con eso, los de blanco y negro son los míos, voy a muerte con ellos, y quien se ponga en mi camino para intentar que no gane los puntos, es mi enemigo.