Un grandísimo Valencia pierde contra el Madrid al final de un gran partido

El Valencia - Real Madrid empezaba con un once titular de Bordalás que sorprendía a todo el mundo. Gayà se caía de la convocatoria, y su ausencia y la de Cheryshev eran cubiertas por Foulquier y Hugo Duro. El arranque daba como escenario un equipo local que quería mandar y ser protagonista con el balón. Pero el Madrid es el Madrid, y pasado el minuto 10, el encuentro era de ida y vuelta, con mucho juego en las dos áreas. En el minuto 13, aunque la sensación ya se notaba antes, Carlos Soler se marchaba lesionado. Una carga de minutos bestial desde que empezó la Liga, incluyendo la selección, y por delante, 80 minutos para el Valencia sin sus dos mejores jugadores. Las lágrimas de Carlos nos encogía el alma a todos. Yunus Musah entraba por él.

En el 21, más problemas aún, porque Thierry no podía más y el Valencia se quedaba sin banda derecha. Lato entraba por él y Foulquier pasaba a la derecha. Tantas lesiones le cortaron el ritmo al encuentro, y los de Bordalás debían encontrarse de nuevo en el césped. El equipo presionaba, no le perdía la cara al encuentro, pero le faltaba pisar más el área rival, generar peligro, meterle miedo. Musah hacía el primer disparo con cierto peligro en el minuto 37, pero se iba arriba. En el 42, la más clara a balón parado. Una falta ejecutada por Wass, era muy bien rematado por Paulista, pero el portero blanco metía las dos manos para desviar el esférico. Con una falta ejecutada por Maxi que se iba por muy poco terminaba la primera mitad.

La segunda mitad empezaba sin cambios, y con el Valencia apunto de marcar a los 10 segundos con un remate de Hugo Duro. Muy intenso el equipo en el arranque, buscando al Madrid en su campo. En el 49, una enorme jugada colectiva, con Yunus extraordinario, dejaba un remate franco a Guedes, que dispara por encima del larguero. Hugo Duro la volvía a tener en el 53 después de una jugada en tromba metiendo al Madrid debajo de su portería. En ese momento podía pasar cualquier cosa, pero el equipo conectaba con la gente, y daba todo lo que tenía. Pasada la hora de juego, el fuelle del Valencia parecía fallar, y el Madrid comenzaba a mandar. Los cambios eran importantes y debían salir bien para mantenerse vivo. Y cuando más difícil parecía que estaba, una jugada de corazón del equipo, balón al área que Maxi ayuda a prolongar estorbando a su par, y Hugo Duro, con una gran remate de zurda, marcaba el 1-0 en el 65.

Benzema pudo empatar en el 67, pero un gran Mamardashvili detuvo su remate. Entrando en el cuarto de hora final, había que defender con uñas y con dientes, medir muy bien los esfuerzos, no cometer errores, y si tenía alguna, meterla como fuera. En el 77, Bordalás veía claro el tema físico, y daba entrada a Racic, Costa y Marcos André, y se marchaban Guedes, muy fundido, Hugo Duro y Maxi Gómez. Pero en el 86, la suerte se cebó con el Valencia, porque un remate sin peligro de Vinicius era desviado por Foulquier, y terminaba en el fondo de la portería. Y el mazazo fue aún peor en el 88, porque Mamar no salía bien, y Benzema remataba a placer para poner el 1-2. Poco pudo hacer el equipo hasta el final, porque estaba muerto. Hay derrotas y derrotas, y esta nos deja un equipo enorme.