Una inversión de futuro para el Valencia

El Valencia se puede haber encontrado con una de las mejores inversiones de la historia reciente del club, a poco que las cosas salgan medio bien, que es como parece todo apunta. Giorgi Mamardashvili era “el portero georgiano firmado para el filial”, del que eso sí, todo el mundo hablaba maravillas. Su papel debía ser el de guardameta del Mestalla, quizá como tercero en el mejor de los casos, pero el fútbol muchas veces tiene caprichos que no se pueden controlar. Se lesionaron Cillessen y Jaume, y ante la elección entre él y Rivero, Bordalás lo escogió.

El rendimiento que tuvo en pretemporada le abrió las puertas de la titularidad en Liga, y después de 4 jornadas, parece que no es una decisión puntual ni temporal. El holandés está en perfectas condiciones desde antes de ir a Granada, y no por esas ha logrado quitarle un puesto que parece haber agarrado muy fuerte con sus enormes manos. Su precio va a rondar los 500.000 euros, y será abonado antes del 31 de diciembre, que es cuando expira el primer plazo para “sólo” pagar esa cantidad.

Su cláusula, con el actual contrato, es de 15 millones de euros, pero también se le quiere tocar al alza, como su salario, por supuesto. Mamardashvili será un fichaje del que hablemos largo y tendido, que cuando no se sabía mucho de él era para tirárselo en la cara a Corona (que sigue creciendo palos vaya usted a saber la razón), pero que ahora no se tiene claro a quién adjudicárselo, porque cuesta hablar de algo positivo en torno al Valencia. El chiste en este caso se cuenta solo, aunque lo realmente importante es que tenemos un portero enorme, en todos los sentidos, y para muchos años.