Yo soy del 10 del Valencia

El Valencia tiene un "10" que vale su peso en oro. En todos los sentidos, dentro y fuera del campo. Carlos Soler es uno de esos jugadores que salen muy de vez en cuando, que se identifican con el club porque lo llevan en la sangre, y que cumplen el sueño de todos nosotros cuando llegan al primer equipo. Porque de alguna manera, Soler somos todos los que de niños hemos jugado al fútbol y hemos imaginado llevar la camiseta de nuestro equipo. Es un símbolo, igual que José Luis Gayà, y hay que cuidarlo de una forma extraordinaria, porque no es nada fácil que te toquen estos tesoros.

Luego estará más acertado o menos en cada partido, que ese es otro tema. Aunque deportivamente no tiene ninguna discusión. No hay entrenador que no quisiera tener a Carlos Soler en su plantilla. Un tipo que puede hacer muchas cosas, casi todas bien, que tiene claro que el sacrificio por el colectivo va por delante, y que no protesta si lo pones de interior zurdo varios partidos aunque eso sea condenarle a muchas cosas negativas. Suma, aporta, genera, está, ayuda... Y siempre con una sonrisa, que eso hace mucho en la vida y en el fútbol.

Es un ejemplo dentro y fuera del campo, y de verdad, no entiendo a esos críticos que tiene siempre, dispuestos a azotarle sin contemplaciones en cuanto no hace un partido perfecto. De verdad que no termino de comprender que se tenga esa actitud con alguien como Carlos. Y repito, no está siempre bien, tiene días negros, como todos, pero jamás le verás con los brazos caídos ni dejñandose llevar. Porque honra siempre el escudo. Y ahora, además, lleva el 10, que no me cabe duda de que será una de las camisetas más vendidas este curso. Y es que hasta en esto se ha equivocado Anil Murthy, aunque eso es otra historia.