Dejemos en paz al entrenador del Valencia

¿Queremos dejar todos en paz al entrenador del Valencia? Que José Bordalás, antes o después, se iba a convertir en un arma arrojadiza estaba bastante claro. Para poder evitarlo, el club debía cerrar todos los fichajes que necesita la plantilla prácticamente en el mes de julio, y eso es algo que, como todos sabemos, no ha sucedido ni de lejos. Ahora las miradas se giran al técnico, y la razón es sencilla: ¿esta desesperado y cabreado, y la va a “liar” con una rueda de prensa incendiaria en la que no deje títere con cabeza?

Hasta donde sabemos nosotros, eso no va a pasar, aunque también es cierto que a 31 de agosto, fecha en la que cierra el mercado, este equipo tiene que ser otro de arriba a abajo o puede que el hecho de que Bordalás prenda fuego a todo sea lo menos importante que tengamos. Pero cuestionarlo, tensarlo, intentar llevarlo a la confrontación, creo que no procede. Y no por Meriton, que en ese caso todos deberíamos ir con tanques, sino por el Valencia, que está muy por encima. Y tengo claro que ahora vendrán también todos aquellos que acaban agarrándose a la dignidad con el sueldo de otros para decir eso de que “debe dimitir y demostrar ser valiente”, que será el otro argumento.

Todo demasiado previsible en un entorno demasiado viciado por culpa de un máximo accionista que nos ha hecho enloquecer a todos con demasiadas cosas. Dejemos tranquilo al técnico alicantino, que haga lo que tenga que hacer con lo que tiene, que ojalá le mejoren la plantilla al máximo, pero no pensemos que liando una mundial con él al frente se acaban nuestros problemas. Porque ya lo vimos el año pasado con Javi Gracia, que lo que ocurrió fue justamente lo contrario, y el precio que casi terminamos pagando no se sostenía de ninguna de las maneras.