Que el valencianismo llene Mestalla y habla del Valencia

Lo que más me apetece, hablando del Valencia y dejando a un lado que lo primero es ganar todos los partidos que se jueguen, es volver a Mestalla lleno hasta la bandera. Estuve aquel 29 de febrero de 2020 en el partido contra el Betis, el último “normal” que hemos vivido, y lógicamente y como todos, nadie podía pensar que 18 meses más tarde no hubiésemos podido volver. Pude jugar un partido en Mestalla en mayo, y la sensación fue aún más intensa de lo normal. Pero ver esas gradas vacías, calladas, solitarias, me dejó un sabor de boca extraño, porque ya es demasiado tiempo, han pasado demasiadas cosas, y parece que el día de regresar con todas las de la ley no se termina de ver en el horizonte.

Nos vendieron que sería en septiembre, pero o todo cambia mucho y rápido, o como pronto estamos hablando de enero… y yo sería de los que lo firmaría con sangre. Ese momento no llega, se hace eterno, y hace más falta que nunca por muchas cosas. Supongo que soy un iluso de mucho cuidado, porque pensé que Meriton aprovecharía el tiempo para poner algo de orden en las cosas, que faena tiene. Y aunque algo ha cambiado, no demasiado, lo cierto es que esencialmente seguimos como estábamos hace un año, y el valencianismo lo está anotando todo en su libreta particular, como no podía ser de otro modo.

El primer día de verdad en Mestalla va a ser para recordarlo, porque van a pasar muchas cosas. Lo que no me cabe en la cabeza es cómo los que mandan no ven claro algo tan esencial. Ese día, mucho me temo, van a entender en 90 minutos que es la afición de este equipo cuando se juega con lo más sagrado que hay, que es el club de sus amores.