El Valencia según Anil Murthy, sin cafés

Los cuatro años que lleva en el cargo tienen dos fases muy claras, y que se diferencian por el poder que ha tenido en el club

Toni Hernández | 29 JUN. 2021 | 09:00
Anil Murthy

De niños soñábamos con ser jugadores del Valencia. Cuando ya tuvimos claro que no, pensamos en ser entrenadores (el PC Fútbol le dio muchas cosas a mi generación). Cuando la cosa se veía que tampoco, presidentes. Y todo para terminar como aficionados, que siempre es un comodín en estos casos. Anil Murthy ha cumplido el sueño de muchos niños valencianistas. Y ni siquiera lo sabe, no lo valora, y se lo ha pasado por el forro muchas más veces de las que tocaría. Que básicamente es ninguna.

En su día, hace esos 4 años, no me tomé el café que Daià Vidagany me brindó con Murthy. La verdad es que no pude, y cuando sí se daba todo, el presidente echó a Dami del club y ya nada volvió a ser igual en muchos sentidos. Aquel hombre era el diplomático de carrera que venía a darle otro aire a Meriton, pero con Mateu Alemany trabajando. Fueron dos años, hasta 2019, en los que no tenía peso, pasaba de puntillas, y las cosas, encima, funcionaban muy bien. Y se tocó el cielo en Sevilla contra el Barcelona.

Ha mandado callar a Mestalla, ha mentido a entrenadores, jugadores, agentes, prensa... Ha encabronado a todos los estamentos sociales de la entidad, se ha convertido en un personaje denostado por todos a un nivel que yo no recuerdo a nadie. Cobra más de 2 millones de euros al año y cuenta con la confianza del máximo accionista, que es lo más grave. Y ha cumplido el sueño de muchos cuando éramos críos, y se ha cagado en él. Es difícil hacer más en menos tiempo, de eso no cabe ninguna duda.