Cuando ser del Valencia se mide por lo que insultas, mal

En el entorno del Valencia estamos llegando al punto de medir nuestro valencianismo por lo mucho o poco que insultamos a Peter Lim. Si somos de los que lo hacemos mucho, hay un sector que nos considera muy valencianista. Y si no lo hacen,o, pues eso, todo lo contrario. Si la unidad de medida de nuestro sentimiento es esta, tenemos un problema muy grave. Porque las cosas se pueden analizar sin faltar al respeto a nadie. Y se puede ser igual de contundente sin soltar barbaridades por la boca... ni acusar a nadie de nada.

El tiempo de Meriton y de Lim en el Valencia, al menos a nivel social, está totalmente agotado por sus propios actos. Especialmente desde el verano de 2019, con las salidas de Marcelino García Toral y, sobre todo de, de Mateu Alemany. El único responsable de todo lo que ha pasado desde entonces, a todos los niveles, es Peter Lim. Y que no haya habido, al menos hasta la fecha, ningún tipo de reacción aparente más allá de algún retoque de puro maquillaje, es también Peter Lim.

Tampoco soy de buscar muchas cosas que no encuentro, porque entonces igual no son tan fáciles de ver, pero no percibo eso de lo que algunos hablan: gente en Valencia defendiendo la actual gestión de Meriton y de Peter Lim. Quizá haya que vivir en conflicto permanente y agitación constante para meterle gasolina al coche, pero eso, a la larga, no es bueno. El valencianismo saltó por los aires en 2014, produciéndose una factura que no ha cerrado. Y hay quien pretende generar otra si no eres capaz de insultar con fuerza y vehemencia al máximo accionista. No vamos bien así...