La reacción de una afición dolida

Ya sabemos que el próximo domingo habrá público en el estadio de Mestalla, será algo simbólico ya que 5000 personas en un estadio como Mestalla se antoja poco para que la imagen sea decente. Algo es algo y por supuesto es una gran noticia en lo simbólico. El ambiente recordará a aquellos partidos invernales con el estadio desangelado, ante rivales de poco nivel y en noches en las que el frío o la lluvia recomendaba quedarse en casa. Esta vez los motivos son diferentes y conocidos por todos, por ello los 5000 privilegiados que se han ganado el derecho a estar en este encuentro representarán en cierta medida el sentimiento de cientos de miles.

Pero la situación tiene otra lectura. Definitivamente y aunque sea de forma mínima la afición tendrá la posibilidad de pasar factura a quienes han llevado al club a esta situación tan agónica. Los responsables ya conocen el sentir de la gente, pero no debe decaer la esperanza de hacerles saber que el Valencia no puede permitirse esta deriva. Y en medio de todo ello, y aunque no sean los principales culpables, tampoco es día de agradecer a la plantilla absolutamente nada. No hay nada en juego en lo deportivo pero el Valencia sí ha empezado la mayor de todas las luchas pensando en el futuro.

El pasado sábado se movilizó y este domingo volverá a demostrar su valencianismo con un entrañable reencuentro con Mestalla y la posibilidad de que vuelva a ser escuchada y quede atrás el silencio del último año.