El Valencia se juega, más que nunca, seguir existiendo

El Valencia se juega seguir existiendo. Nadie pone en duda la importancia de la manifestación de ayer, aunque sus efectos están todavía por ver, ya que ahora es el turno de réplica por parte del máximo accionista. Pero lo que no admite discusión es que el equipo no puede bajar a Segunda, porque con este contexto, eso sería el desastre más absoluto. Incluso más aún, al menos a corto plazo, que la gestión de Meriton en los últimos dos años.

Llamar a las cosas por su nombre nunca es malo, porque debemos ser conscientes de lo que tenemos delante, nosotros y los jugadores, muchos de ellos de casa o al menos criados aquí. Y nadie les está llevando al extremo, que aunque aquella pancarta de Albacete de 1995, “si no ganáis, no volváis”, es icónica, este contexto es otro muy distinto. Hay que conseguir la victoria, como sea, jugando feo, mal, con suerte o con lo que sea, pero hay que ganar este partido. Porque las cosas que se deben tratar, que son muchas, hay que hacerlas en Primera, porque lo necesitamos.

Y podemos entrar en otros debates, que son más metafísicos que reales, porque hablar de “prefiguro bajar y no tener a Meriton” está muy bien, pero luego llega el día siguiente por la mañana y el desastre sería incalificable. Debemos ganar, cerrar la permanencia, y después seguir con lo que haya que seguir para cambiar el actual orden de las cosas. Que tampoco va a ser nada sencillo, no nos queramos engañar ni dejar llevar por la euforia de ver a miles de valencianistas clamando contra las cosas tal y como están ahora mismo en nuestro club.