Los pecados imperdonables de Meriton

Opinión/ Está por ver el efecto que tendrá la manifestación de hoy, pero queda claro que la situación del club es insostenible

Jose Hernández | 08 MAY. 2021 | 08:00
Peter Lim y Marcelino

El valencianismo se prepara para vivir una gran movilización, puede ser una jornada histórica y las previsiones hablan de miles de personas en una convocatoria que resume muy bien el sentimiento general. Es la consecuencia de varios años de una gestión para olvidar y muchos puntos que la afición no está dispuesta a tolerar. El clamor social es un hecho pero es momento de encontrar una alternativa económica viable.

Promesas incumplidas

Meriton llegó con el mensaje de que la prioridad era crecer en lo deportivo y terminar el estadio. Se esperaba una gran implicación del propietario pero nada de eso se ha cumplido excepto en las temporadas en las que el máximo accionista se alejó del control.

Proyectos dinamitados

Es una de las cosas más inentendibles y que la afición no perdona. El proyecto de Nuno, con Salvo y Rufete, tenía buenas perspectivas. Meriton dio un giro y volvió a repetir el desastre dinamitando el trabajo de Alemany y Marcelino.

Jugar con el mercado

Es obvio que todo inversor busca una rentabilidad, pero el error de Meriton ha sido poner este punto como prioridad dejando desamparado al club en la parcela deportiva. La política de fichajes y ventas ha indignado a la afición.

Un propietario fantasma

Peter Lim lleva años sin dar la cara ni ofrecer explicaciones sobre lo que quiere hacer con el Valencia. Ahora el clamor popular pide que se aleje lo máximo posible del Valencia CF y venda sus acciones cuanto antes.

Desprecios constantes

El desapego con el club es uno de los puntos más tristes. Se ha prohibido la entrada a aficionados, se han silenciado redes sociales e incluso se ha insinuado que la afición del Valencia es racista. Y lo peor es que todas estas acciones siempre se han realizado desde una posición cercana a la prepotencia. El valencianismo ha dicho basta.