Capitanes en el momento más comprometido

El Valencia tiene la plantilla más joven de la liga, por ello los jugadores están en constante aprendizaje y todo lo vivido en esta campaña les está haciendo madurar a pasos agigantados. Obviamente la juventud también influye en los capitanes, si bien Paulista y Jaume ya son dos hombres veteranos, el papel principal recae en Carlos Soler y sobre todo en Gayà. El de Pedreguer es probablemente el mejor jugador del equipo y también el encargado de llevar el brazalete, ante el Cádiz Gayà tuvo que tirar de galones y tomar decisiones definitivas.

Dentro del caos y el vergonzoso suceso, hay que reconocer que el papel de los jugadores estuvo cargado de matices. No se trata de una crítica ya que las decisiones fueron totalmente improvisadas, pero sí que es cierto que las cosas pudieron hacerse de otra forma. Aunque el abandono del campo estaba justificado inicialmente, no cabe duda que en análisis posterior debemos hablar de una decisión precipitada tal y como finalmente ocurrieron los hechos. Se echó en falta una figura institucional potente pero también comportamientos más contudentes por parte del cuerpo técnico, incluido el entrenador y el delegado.

El Valencia quedó expuesto y tampoco sabemos a ciencia cierta quienes fueron los encargados de ejercer las presuntas amenazas una vez que el equipo había salido del terreno de juego. En ese momento a los futbolistas del Valencia les faltó respaldo y aplomo para continuar con su protesta, lo que incluso les ha reportado ataques injustos por cierta parte del entorno y la prensa. Podemos decir que el papel era de lo más complicado y esta experiencia servirá para dar un paso más en sus carreras; un punto importante de aprendizaje. En esta ocasión faltó determinación y se notó la juventud de los pesos pesados, lo ocurrido es consecuencia de lo desprotegida que se encuentra la plantilla en este club y queda la sensación de que el Valencia CF fue el injusto damnificado de la situación.