Si el Valencia renueva canteranos, mal... si no lo hace mal también...

Si el Valencia renueva a un jugador de la cantera, siempre hay dudas, siempre existe la sombra esa de "es demasiado pronto" o "no ha hecho nada aún". Cuando se completa la operación, si ese chico joven no sigue "volando", es que se ha acomodado tras ampliar su contrato. De Gayà o de Soler se dijeron burradas poco menos que impresentables, por citar casos recientes. Y algo parecido también ha sucedido con Yunus Musah. Lo que provocó que Álex Blanco ampliara su contrato es capítulo aparte, pero quizá con la palabra vergonzoso no lleguemos a describirlo.

Cuando por lo que sea no se consigue convencer al futbolista, o directamente los técnico deciden que no es el perfil adecuado, los palos son como castillos. Este verano se generó una tensión enorme con las salidas de Jordi Escobar o de Álex Centelles al Almería. Quizá más por las cifras (gratis en el caso del lateral zurdo) que por el peso en el equipo. Pero se leen ahora pocos comentarios sobre que el delantero no ha debutado o que el defensa apenas si lleva 10 partidos.

Mal si voy y mal si me quedo, o lo que viene siendo un "win win" de manual para todos aquellos que insisten en un relato basado en que ellos tengan razón, no en que al club le vaya bien. Ahora el Valencia quiere "blindar" a Hugo Guillamón, titular indiscutible con la sub21 y con muchos minutos este año en Primera. ¿Le puede venir bien una cesión y jugar más con menos presión? Seguro. ¿Hace mal el Valencia en amarrarlo? En absoluto. Y aún así, volvemos a escuchar los mismos razonamientos de barra de bar de toda la vida...