Los culpables del desastre del Valencia son muchos

Meriton es una parte más del problema, que fue generado por muchos durante mucho tiempo, aunque el tiempo parece que borre algunos recuerdos

Toni Hernández | 29 MAR. 2021 | 07:30
Bandera fundacional del Valencia

El Valencia se encuentra en una situación coyuntural que podemos decir, en global, que puede ser la peor de la historia. Pero por lo global, insisto, que hay aspectos que se quieren ver como negativos y no lo son tanto, aunque hay otros que superan el sonrojo de la vergüenza más absoluta. Hasta aquí hemos llegado por la acción, o inacción, de muchos y durante mucho tiempo. Señalar sólo a unos pocos, o a alguien en concreto, además de injusto, no explica la realidad que vivimos. El Valencia siempre ha vivido por encima de sus posibilidades. Y siempre es siempre. Pepe Ramos Costa armó un equipo de estrellas a finales de los 70, pero gastaba mucho más de lo que ingresaba. Aquella gestión y la puñalada que se le dio al fútbol español por culpa del Mundial 82 nos llevaron, entre otras cosas, a 2ª en 1986.

En el 83 lo tuvimos muy cerca y nos salvamos de milagro. Don Arturo Tuzón nos sacó del pozo, de todos los pozos, pero luego sembró la simiente del desastre. La conversión del club en SAD fue una aberración, repartió el poder entre unos pocos, y terminó condenando al propio Tuzón, que tuvo una salida que no se merecía. En 1993 comenzaron nuestros problemas como SAD. El único que lo vio claro fue Paco Roig: “comprad acciones, que será negocio”, y todo el mundo se reía. Queda claro que Paco no estaba loco. Ampliación de capital sin completar, la sensación de que esto era un CF de toda la vida y que sacando pañuelos se arreglaban las cosas… De Paco a Pedro Cortés y luego Jaume Ortí para el mejor Valencia de todos los tiempos, que fue mucho más milagro del que nadie pueda pensar.

Y en 2004, Llorente y Beatriz Delgado se dan cuenta que estamos a un paso de la quiebra técnica y se busca ayuda en Bautista Soler, cuya esposa es amiga personal de Delgado. Ese proceso culmina con la venta de las acciones de Roig a Juan Soler por orden de la Generalitat, y se produce la primera concentración accionarial de la historia. Llega el proyecto del Nou Mestalla, pero con él, la explosión de la burbuja inmobiliaria. El propio Soler y Soriano, quien se pasa un año buscando prestamistas por Europa y deja de pagar a la plantilla, gestionan hasta el punto de que Bankia ve peligrar sus préstamos ante un posible concurso de acreedores (que era la salida lógica), y de facto, intervienen el club.

Ponen a Llorente, hacen la ampliación de 2009, la mayor presunta estafa de la historia del club, y concentra más del 70% de las acciones en la Fundación. No se devuelve un céntimo, y desde 2009 hasta 2013 se vive de vender jugadores, destruyendo la marca Valencia hasta que llega Amadeo Salvo y mueble el avispero como nadie desde los tiempos de Paco Roig. Se genera la venta del club a Peter Lim, quien gestiona como él quiere, pero heredando toda la basura generada por valencianos de todo tipo y condición. Y ahora el círculo se ha cerrado. Ese 85% nos ha dejado fuera a los valencianistas de a pie, quienes buscamos un culpable. Y como vemos, aquí hay muchos, y desde tiempos remotos…