Dramatizar más aún la crisis del Valencia, un error que nos condena

De esto se sale echando el alma y la vida, y no me gustan estas expresiones tan extremas, pero pasándonos el día llorando seguro que salimos

Toni Hernández | 01 MAR. 2021 | 09:00
José Luis Gayà

En el Valencia no hay que llorar más, no hay que seguir dramatizando, no podemos continuar llevando al extremo una situación que ya de por sí es muy complicada. Hay que echarle un par, y no me gusta la frase, nunca me ha gustado, pero si nos seguimos acobardando, si nos sigue dando miedo todo, si seguimos pensando que somos una banda, al final nos estaremos condenando tanto al infierno como la maldita política deportiva de Meriton del pasado verano, que no tiene ni nombre... ni explicación.

Las lágrimas de Paulista nos dolieron a todos, porque tenemos muy claro qué significan, todo lo que hay detrás de ellas. Pero nos hace falta que él, como capitán, igual que los demás pesos pesados del vestuario, saquen la casta y el coraje, se rebelen contra toda esta maldita adversidad, peguen un golpe en la mesa y paremos ya con esta letanía de lamentos que, al menos a quien suscribe, lo tiene harto. Que sí, que somos lo que somos y estamos como estamos, pero ni el Huesca, que es colista casi desde el comienzo, se pasa el puñetero día buscando dar pena.

Eso depende de todos nosotros también, aunque esa guerra tengo claro que está perdida desde el primer día. Hay a quien le encanta vivir en medio de este drama, y si encima se da el contexto, poco menos que está en su salsa. De esto no salimos llorando ni dando lástima, sino siendo de verdad el Valencia, un grande que lo es siempre, especialmente cuando las cosas están peor. Si no entendemos eso, es posible que no hayamos entendido más de 100 años de historia.