El Valencia y la inauguración del Nuevo Mestalla

El Valencia tiene las llaves de su futuro en la inauguración del Nuevo Mestalla. Y esto es así desde hace casi 15 años, cuando allá por el mes de noviembre de 2006, en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, y con todo el mundo dándose codazos para salir en la foto, Juan Soler presentaba la primera de las muchas maquetas que ha tenido el futuro estadio. Cuando Peter Lim compró la mayoría accionarial del club limpiando el trasero a Bankia y a los políticos valencianos, la patata caliente de la obra de la Avenida de Las Cortes era la misma que ahora.

Se dijo que se había comprometido, pero nadie ha salido a enseñar un papel firmado. Una cagada imperdonable por parte de los que permitieron tal barbaridad y no exigieron plenas garantías para ello. Pero estábamos limpiando basura, no mirando el bien del Valencia, tengamos eso claro para empezar. Meriton dijo hace algunos meses que el Nuevo Mestalla era el motor económico del club para la próxima década. Y esto es así. Con Meriton o sin ellos, con este máximo accionista o con otro.

Que haya sido Peter Lim y su entorno más cercano los que hayan vuelto a mover el árbol del futuro santuario valencianista debería ser bueno, aunque todo está puesto en cuarentena porque ya no nos podemos fiar nada más que de lo que vemos, no de lo que se nos puede contar. No tengo claro si el 15 de mayo, el día que vence la famosa ATE, pasará algo o no. Porque realmente, todo lo que hubiera de suceder, tendría que producirse bastante antes, y ya hemos pasado la primera mitad de febrero.