Cuando nos tocan lo nuestro, la reacción del "todo Valencia" es abrumadora

El valencianismo no ha despertado, es que nunca ha estado dormido, aunque está claro que de cuando en cuanto nos tienen que dar un "toque"

Toni Hernández | 10 FEB. 2021 | 07:30
Soler y Gayà

Cuando el entorno del Valencia se pone en pie, tiembla la tierra. Pero cuando de verdad estamos de acuerdo en algo, cuando el movimiento es absolutamente espontáneo, sin que nadie tenga que mover un solo dedo ni decirnos lo que está bien o lo que está mal. Lo hemos vuelto a vivir esta semana con José Luis Gayà, al que sin venir a cuento se le cuestionaba el rendimiento y hasta se llegaba a decir que estaba sobrevalorado. En pocas osaciones se perderá una oportunidad tan clara de tener la boca cerrada.

Si fuéramos siempre así, y para todo, es posible que las cosas nos fueran de otra manera en muchos aspectos. Aunque supongo que, como diría el gran Rafa Lahuerta, todo eso también forma de nuestro ADN. Lo que queda claro es que muchos, la gran mayoría, sigue teniendo amor propio, sigue poniendo en valor lo nuestro. Y tiene muy claro que dentro de casa podemos opinar lo que queramos, pero fuera, a los nuestros no se les roza. Algo muy sencillo de entender. O no tanto por lo visto.

No obstante, tampoco hagamos que el mundo se termina ante determinadas situaciones, focalicemos las energías donde toca, y no desviemos la atención en cuestiones que realmente no tienen ni base ni importancia. Eso sí, apliquemos siempre este sentido de pertenencia y esta identificación clara y rotunda de quiénes son los nuestros. Que para el futuro nos va a venir bien, que para el pasado ya no nos arregla nada. Honor a los que defienden nuestro escudo y lo sienten como uno más de nosotros.