No se le puede faltar al respeto a la plantilla del Valencia

En el Valencia debemos saber qué realidad vivimos. Nos pasamos la vida recordando de dónde venimos, quién nos ha traído hasta aquí (Peter Lim y sus decisiones deportivas de bombero torero), pero no somos conscientes de dónde estamos, de qué tenemos que hacer, de cómo tenemos que afrontarlo. No es nuevo, nos pasa siempre, pero esto no es exigir a la plantilla de Marcelino jugar la Champions en la temporada 17/18 (cuando se criticaba a quien decía "hay que acordarse de dónde venimos"). Esto es salvarse, que es mucho más importante.

O todos en el Valencia nos damos cuenta de dónde estamos, o nos vamos al carajo https://t.co/Zhe9JyKmzc

— locos por el fútbol (@locosvcf) January 22, 2021

Era sonrojante ver cómo se insultaba a los jugadores durante el partido contra Osasuna, y después, mucho peor. Javi Gracia había pasado de nuevo al lado oscuro, a no querer estar y a pasar de todo, y como en Valladoid 10 días antes, cuando estaba totalmente metido... Ya nos pasó contra el Cádiz, y de nuevo contra los rojillos: ellos saben dominar la presión, y nosotros la giramos en nuestra contra. Y el entorno, mucho más aún.

Quien vea en este que culpa a los aficionados de nada es que no ha entendido una sola palabra, y no es tan difícil. Tenemos la plantilla que tenemos, y desde luego podemos decir que es honrada. Tenemos al entrenador que tenermos, que podía acertar más, pero que ha vivido las situaciones más marcianas que podemos recordar en este club. Pero quemar la falla ahora, quejándonos de todo, llevando todo al extremo, eso sí que nos pone clavos en el ataúd, que nadie se engañe.