Confundir el mal de Meriton con el Valencia, peligroso

No puede ganar el equipo y perder el máximo accionista, eso es incompatible, y tenemos que tener muy claras las preferencias ahora mismo

Toni Hernández | 31 DIC. 2020 | 08:00
Meriton go home

Si empezamos a confundir el mal de Meriton o de Peter Lim con el del Valencia, vamos mal, y se genera un camino muy peligroso. La gestión del máximo accionista en los últimos 18 meses es para volverse locos, nadie lo va a poner en duda y mucho menos viendo los resultados (que son la gran mentira del fútbol muchas veces). Pero eso no quita para que vertamos nuestra frustración de un modo incontrolable. Nadie quiere que el Valencia esté así, nadie, pero si confundimos cosas, nos podemos llevar a engaño.

Meriton ha encarado de un modo que sólo ellos entienden este curso, asumiendo (entiendo) un riesgo complicado de calcular. Y está saliendo mal, muy mal. ¿Hay que pegarles palos? Hasta que se caigan del árbol, que sería lo que ocurría con cualquier otro presidente o consejo, pero de ahí a jactarse o faltar al respeto a los que se ponen la camiseta del Valencia, me van a disculpar, hay un abismo. Y más grande de lo normal. Que a Meriton le vaya todo mal y le salga peor, pues fenomenal. Pero ese “todo” somos nosotros también, y eso no nos lo podemos permitir.

Para bien o para mal (y está claro que ahora mismo para lo segundo), estamos en sus manos, y sólo ellos están autorizados (la capacitación vendrá si confían en los técnicos que saben de fútbol) a cambiar las cosas de forma radical. Y ese no será el bien de Meriton, cuyo final, al menos como lo entendemos ahora, ya está escrito, sino el nuestro. Si vienen fichajes, que es lo que toca, no habrá que montar una fiesta, pero al menos sí suspirar de cierto alivio. Y eso no será el bien de Meriton, repito, sino el nuestro. Vienen días de mucha tensión, pero esperemos que con un contexto que no nos haga enfadar más aún.