El debate sobre la continuidad de Gracia como entrenador del Valencia

El Valencia no puede echar a Javi Gracia como entrenador del equipo de ninguna de las maneras, y mucho menos ahora. Estamos empezando a estandarizar que el técnico navarro está triste, blando, que no reacciona, que no transmite nada al equipo... y es posible que su carácter sea exactamente el mismo hoy que cuando llegó. Pero el disfraz de los resultados, los buenos y los malos, siempre consigue distorsionar la realidad, aunque la tengamos delante de forma permanente. Y que nadie se enfade por decir algo tan evidente.

Viene la Copa, en la que ganar no vale casi para nada, pero perder es la muerte, el Barcelona, el Sevilla y el Granada antes de mandar bien lejos a este año 2020. En una situación clasificatoria muy delicada, son 9 puntos y un pase en la ronda del KO que se van a mirar con lupa, porque aunque el fútbol no para este año, a la vuelta a competir el 4 de enero, no podemos estar igual que ahora... o peor. Eso es ser exigente. Otra cosa es ir poniendo ultimatums por el camino como si ser mejores dependiera sólo de eso.

Y digo "sólo" porque está claro que esto de que no se gane casi nunca y no pase nada tampoco puede suceder siempre. Pero no podemos tampoco estar apuntando siempre a que todo es culpa de Javi Gracia, que lo mejor podría ser que lo ceseran, que fíjate lo bien que le está yendo al Celta de Vigo desde que tiraron a Óscar... No sé si Gracia debe ser el técnico el curso que viene, para eso queda mucho, pero tengo claro que, salvo que la plantilla le diera la espalda, sí lo que tiene que ser en el que estamos ahora.