El Valencia tiene la obligación de dejar hablar a sus accionistas

Meriton sigue con su escalada de encabronar al entorno del Valencia con deciciones que son prescindibles, que no van a ninguna parte, y que lo único que consiguen es soliviantar a un entorno que tiene ahora mismo la sensibilidad a flor de piel. Las juntas de accionistas siempre han sido algo muy particular, pero sin duda, esencial como órgano de poder de la SAD. Se debe hacer al menos una al año, y desde hace casi 3 décadas, es el momento y el lugar para que los que mandan escuchen.

Tengo claro que gran parte de esas intervenciones, a lo largo de todo este tiempo, han sido más de cara a la galería que para aportar algo de luz. En la tele y en la radio dije muchas veces que esperaba ver a alguien con ideas más que con palos, pero ese momento casi nunca llegaba. Hacer esta vez la junta telemática puede tener un pase por la situación sanitaria (hay clubes que han optado por esto, otros porque sea presencial), y no voy a ponerme en contra de nada que tenga que ver con prevención del COVID-19, pero todo tiene un límite.

Y ese límite es no dejar hablar a los accionistas en el momento, en directo, en el cara a cara aunque sea virtual. Porque esa es la esencia de esta junta, ya que si no, realmente no sirve de nada. Se pueden mandar correos con preguntas y quejas, a las que se despachará de manera formal, y luego las respuestas trascenderán, pero seguramente serán asépticas y no comprometerán a nada. Señor Lim, deje usted hablar a los accionistas del Valencia, que también lo somos, aunque tengamos menos títulos que usted.