La segunda unidad del Valencia

La dura realidad de la plantilla del Valencia es que tienes 12-13 jugadores de un muy buen nivel, algunos de ellos muy jóvenes, eso sí. Luego hay varios que son gente honrada, futbolistas de Primera División, pero que no nos llegan para competir contra determinados equipos del campeonato. Es lo que queda después de vender a medio equipo titular y no fichar a nadie, en una de las deciciones deportivas más marcianas que han ocurrido en Valencia en todos los tiempos, y aquí hemos visto de todo durante muchos años.

Aquí también hay que mantener las formas, porque pasamos de no poder competir con 6 equipos muy concretos a ser una banda que está condenada a bajar a Segunda División. Eso ya lo dijimos cuando se ganó al Madrid: el resultado de cada semana irá marcando el objetivo para el contexto, y eso tampoco puede ser de esta manera. El Valencia tiene un once, con todos, que tiene un nivel. Y después, 2-3 futbolistas que pueden mantenerlo. Pero no más. Fuera de ellos, se baja un escalón, al menos, y enfadarse porque eso ocurra, y sobre todo, faltar al respeto a los futbolistas, no es de recibo.

Si estamos así es porque Peter Lim dio el OK para vender a Ferran, Parejo, Rodrigo y Coquelin, no quiso renovar a Garay, y devolvió a sus clubes de origen a Florenzi y Costa (éste bien repuesto), y mandar cedido a Piccini. Y especialmente, por no ser capaces de traer a nadie, ni cedido ni gratis ni leches. Eso lo pagarán cuando lo tengan que pagar, pero no podemos hacerlo nosotros. No podemos matar a los nuestros, por eso, porque son nuestros. Ni pedirles lo que no te pueden dar aunque lleven la camiseta que llevan.