Los niños se meten en el barro y salen del barro: el Valencia es un equipo de chavales

"Los niños se meten en el barro. Los niños salen del barro. El Valencia es un equipo de chavales, con lo que eso comporta. Lo podemos entender o no. Los veteranos son los que no pueden fallar nunca. A la pelea con ellos, incluso con lo de la primera parte". Lo decía quien suscribe al final del partido contra el Alavés, en caliente, y lo sigo pensando ahora, muchas horas más tarde.

Lo que se podía leer durante el transcurso de la primera mitad en las redes sociales, el “nuevo Mestalla” donde seguir ahora los partidos, era lo más parecido a un antro donde la gente había perdido la noción de cualquier cosa parecida al respeto. Que el equipo salió con la caraja es indudable. Que al final somos lo que somos, para bien y para mal, y que ellos no tienen la culpa, lo mismo. También dije al final del encuentro que “aunque me puedan caer palos: la 1.ª parte del Valencia ha sido un desastre. Y los insultos y faltas de respeto a los jugadores, que no tienen la culpa de muchas cosas, lamentable. Eran los mismos del 4-1 al Madrid. Los mismos de la 2ª parte. Los nuestros joder, los nuestros”.

La crítica constructiva es algo bueno, positivo, que ayuda, pero es que lo del domingo no era tal cosa, ni mucho menos. Entendamos ya que con un grupo de chavales, estas cosas van a pasar, y más de una vez, porque forma parte del aprendizaje. Quien no se sienta capaz de soportarlo, o que se tome un año sabático, o que se vaya a insultar a otro lado, porque eso no va a ayudar a nadie.