Hasta las narices del término "blanqueador" en el Valencia

Una caza de brujas siempre es peligroso, aunque parce tentador para algunos... pero el problema radica en que sea verdad lo que dicen

Toni Hernández | 19 NOV. 2020 | 07:30
Afición del Valencia

Estoy hasta las narices del término blanqueador cuando se habla del Valencia. Pero mucho. Lo mismo que de determinados justicieros, unos anónimos porque no tienen agallas para dar la cara, y otros públicos, que señalan sin ningún tipo de rubor a todo aquel que no piensa como ellos, practicando el más sucio de los totalitarismos. Es decir, haciendo lo mismo que han criticado durante meses que se hacía con ellos. Tengo mi opinión de todo el mundo, como es posible que todo el mundo la tenga de mí.

Pero la mía me la guardo, porque al final, lo único que me interesa es que el Valencia funcione, que salga de esta situación, con o sin Peter Lim, y tengo claro que en esta historia no habrá más vencedor o vencido que el propio club. Tener razón estará muy bien para algunos, pero eso no vale de nada. Meriton nos salvó el culo hace 6 años. Tal cual. ¿Que han llevado el club de manera dictatorial? Es que para ellos esto es una empresa, no un equipo de fútbol cuyo legado ha pasado de padres a hijos.

Ese peaje había que haberlo tenido muy claro en 2014, cuando decidimos venderle nuestra alma al diablo y recibir a Lim en Mestalla como si fuéramos la película “Bienvenido Mister Marshall”. En este tiempo se han hecho cosas bien y cosas mal. Se han hecho muchas, pero todas no estaban mal, por mucho que alguno insistiera. Desde verano de 2019 no se entiende nada, y se ha dicho también. Por cierto, para aquellos con falta de compresión lectora, quien suscribe pidió el cese inmediato de Murthy el día en el que mandó callar a Mestalla. Blanqueador será Ariel, el detergente, no quien piense de forma diferente. Que en esta ciudad, de "a cojón visto macho seguro", hay muchos.