El momento de la plantilla del Valencia, de todos

El fútbol es lo que nos libera a todos del día a día del Valencia. Porque está siendo muy duro, con mucha guerra larvada emergiendo con toda su potencia, y un club, el Valencia de Meriton, que sólo actúa, que no habla, que no da una sola explicación, que convierte las cuestiones positivas en negativas, y las negativas en dramas. Las cuentas, el futuro, los préstamos de Peter Lim, la venta de la entidad… son demasiados frentes abiertos, que realmente no controlamos, porque sólo lo hace el máximo accionista, pero nos desgasta hasta límites que ni si quiera nosotros mismos somos realmente conscientes.

Nos queda el equipo, los partidos, el sufrir con nuestro entrenador y con nuestros jugadores, vivir cada encuentro como si fuera la final de la Champions League aunque sea uno de Liga un frío domingo de noviembre en Mendizorroza contra el Deportivo Alavés de nuestro “amigo” Machín. Por eso hemos de cuidar a esta gente, a muchos niños de la casa, con veteranos a los que no podemos hacer ver que estamos en el tren de la bruja, sino en uno de los clubes más grandes de Europa.

Es una tarea complicada, porque se junta el orgullo que todos debemos sentir por ser del equipo que somos, con la sensación de no saber qué puede pasar mañana que haga saltar todo por los aires de nuevo. Pero lo urgente es ganar cada partido, sin quitar que todo lo demás sea lo importante. Y tampoco saco la mítica frase de “veremos qué pasa a final de temporada”, porque el contexto, esta vez, es completamente distinto al de otras ocasiones. Pero empieza una nueva semana en la que vuelve el fútbol, y en eso nos tenemos que centrar, aunque sólo pueda ser desde el salón de nuestra casa.