La presión social como arma para comprarle el Valencia a Peter Lim

Se siguen dando las apariciones de medios, que entiendo serán más durante el parón liguero, pero la esencia del plan se echa en falta

Toni Hernández | 09 NOV. 2020 | 08:30
Palco de Mestalla

El arma para que Peter Lim venda el Valencia, ¿es la presión social? Lo pregunto sin retranca, y en absoluto me parece mal, porque cada cual entiende esto a su manera. Lo que me pregunto es si con eso será suficiente, y no tengo en cuenta que Mestalla va a estar vació hasta el curso que viene, en el mejor de los casos, y que ahora mismo la calle no es el mejor sitio para reivindicar nada, que la salud está por encima de todo. Aquí seamos sensatos.

Sigo sin ver consistencia en ir a muchos medios de comunicación para decir que todos vamos a estar unidos, que debemos estarlo, y que se está estudiando la manera de hablar con Lim para convencerle de que “nos devuelva el club a todos otra vez”. Como olvidemos que estamos hablando de empresa, porque los sentimientos son nuestros y de nadie más, nos estamos haciendo trampas a nosotros mismos, e igual que muchos no ceden en su posición, yo no pienso hacerlo en esto. Hace años, antes de Lim, incluso antes de Salvo, dije y volvería a decir que la solución al Valencia era un concurso de acreedores (que Bankia no nos dejaba hacer) o que un inversor fuerte comprara el club.

Me parece que lo del concurso sigue igual, aunque ahora Bankia sea otra cosa, y la figura del tipo que invierta sigue estando igual de vigente. Primero porque es la manera más fácil y rápida de convencer a Lim para vender, si es que al final se pliega a ello. Y segundo porque sería la manera de poder asegurar la continuidad del club tal y como lo conocemos. El romanticismo está muy bien, yo lo comparto, pero con eso no se pongan fichas, ni deudas bancarias, y por supuesto, no se terminan estadios que deben ser el futuro.