La venta del actual campo de Mestalla

La venta del actual campo de Mestalla, las 5 parcelas más famosas de todos los tiempos, pastillas para ser más exactos, es algo que el club lleva sin cerrar desde hace casi 15 años. Y eso es, ni más ni menos, lo que estrangula el futuro, y el presente. Mestalla se debe derribar, antes o después, porque hay una sentencia judicial que viene del siglo pasado y ante eso no hay vuelta de hoja. Es un detalle que siempre se nos pasa por alto, pero que ahí está. Y para poder terminar el nuevo, como les pasó ya en su día a Juan Soler y Vicente Soriano, hay que vender el actual.

Aquellos fueron avariciosos, o simplemente unos fantásticos que hundieron al club en la miseria absoluta cuando la burbuja inmobiliaria reventó. Los que han venido después, víctimas de daños colaterales de aquella decisión. Parece que pueden venir ofertas para esas 5 pastillas, porque es el mejor solar que queda en Valencia, de largo. Se pueden edificar hasta 90.000 metros cuadrados, una barbaridad. Y leo que la empresa Bertolín tiene que ver en la llegada de esa oferta.

No soy objetivo con esa empresa, porque son mis amigos, son como de mi familia desde hace más de 40 años, y sé perfectamente lo que han sufrido y pasado por ese Nuevo Mestalla. Y lo que me duele que Manolo, fallecido hace unos meses, no pueda ver terminada una obra que le hacía tanta ilusión. Cuando ese paso se dé, cuando se formalice la venta del actual estadio, entonces podremos soñar con más cosas, y quitarnos pesados fantasmas del pasado. Pasaba en 2006 y pasa en 2020. No hemos cambiado tanto, y eso no es bueno.