El Valencia pelea contra todo y contra todos, y saca un punto milagroso... cuando pudo ganar

El Valencia - Getafe era una prueba de fuego para el equipo y para Javi Gracia. Por todo lo que rodea al equipo, por todo lo que ha terminado pasando estos meses. Cambios notables, Guillamón por el lesionado Diakhaby, Lee titular y Cheryshev sentando a Guedes. Y lo cierto es que no se salió mal: intensidad, con las ideas claras y buscando al rival en su campo. Aunque la primera clara fue de los visitantes, a balón parado, y no fue gol de puro milagro. Un minuto después, en el 11, Cucho la tuvo también muy clara. Dos seguidas, y demasiado claras.

De nuevo en el 17 el Cucho se quedaba solo, pero Soler la sacaba de forma milagrosa. Pero en el minuto 22 llegaba el gol del Valencia. Y qué gol. Qué carrera de Yunus. Qué definición. Y qué importante era en ese momento con lo que se estaba sufriendo. El tanto vino bien, y el equipo mejoró. Se competía bien, y eso, aunque cometas errores, siempre te acaba dando fruto a la larga. Con el 1-0 se llegaba al descanso. Y eso era una muy buena noticia.

La segunda parte empezaba sin cambios. El Getafe iba a por el empate, y el Valencia aguantaba buscando su opción a la contra. Pero todo cambió en el minuto 55, cuando Correia se expulsaba poco menos que él solo. Una estupidez propia de la edad, que era un problema grave. El Cucho podía marcar en el 57, pero una gran parada de Jaume lo evitaba. Gracia reaccionaba metiendo en el campo a Racic, pasando Wass al lateral… y dejando a Lee fuera del partido. Los de Bordalás se lanzaban a por el Valencia como lobos, oliendo la sangre.

A falta de un cuarto de hora, el Valencia parecía muerto, y todavía le quedaban muchos cambios por hacer. Lato entraba por Cheryshev en el 77. En el 80, de una manera que no se entiende, el Valencia perdonaba el segundo con Maxi y Racic en boca de gol. Lato podía marcar de nuevo en la siguiente jugada, pero Soria lo evitaba. Y cuando menos lo merecía el Getafe, un disparo lejano lo paraba pero la dejaba muerto en el área, y el Cucho remataba a placer. Y lo más duro estaba por llegar, porque en una jugada absurda, Ángel hacía el 1-2. Faltaba minuto y medio. Y en el 96, penalti a Maxi... y Soler hacía el 2-2. Y así terminaba el partido.