Señalar a valencianistas en una caza de brujas: no hemos aprendido nada

Se sigue señalando de forma impune, algo que no tiene sentido, pero que sobre todo es una llamada a la locura que no es de recibo

Toni Hernández | 20 OCT. 2020 | 08:00
Afición del Valencia

Señalar a valencianistas en la caza de brujas que algunos pretenden llevar a cabo es mezquino, rastrero, asqueroso, vomitivo. Ocurrió durante el proceso de venta, y aquello fue lamentable, despreciable. Por parte de todos y cada uno de los que lo hicieran. Ya no es que se dividiera al valencianismo, que se hizo, sino que se asustó a mucha gente, que dejó de ir a Mestalla por miedo. La mayor barbaridad que he visto nunca. Que aquello dejó muchas heridas abiertas es evidente.

Que alguno se ha tomado todo el tiempo necesario para devolverlas todas juntas también. Que los que han cambiado de bando están en su derecho pero no pueden recriminar nada a nadie, tres cuartos de lo mismo. Se nos está yendo todo de las manos, porque es más que posible que esta guerra estuviera larvada durante todos estos años y sólo esperara el momento para poder salir a la luz. O lo paramos ya, de forma inmediata, o esto no va a ir de Peter Lim o de Peter Lam, sino de saldar deudas pendientes, de ajustar cuentas entre valencianistas, y eso, el que lo promueva, no tiene vergüenza ni la ha conocido.

Y que no se olvide nadie que el dedo que señala va siempre en todas direcciones, no sólo en una. Y que si de verdad el Valencia es lo que importa, lo que realmente importa, esto no tiene razón de ser. El que quiera vivir en una ciudad de gangsters, porque le va con su personalidad, en la nuestra está de sobra.