"Otro especulador quiere comprar el Valencia": vamos a centrarnos...

Pensar que el dueño del Valencia, el que tenemos o el que tengamos, será un dechado de valencianismo, es engañarnos a nosotros solos. Excepto que sea un valenciano que además sea valencianista, y esto por desgracia ya nos lo podemos ir quitando de la cabeza, que no va a suceder. Y el que venga, como el que está, lo hará por negocio. Y es que para comprar la entrada para esta fiesta hace falta mucho dinero, en el caso de Lim cerca de 200 millones de euros aunque una parte fuera en préstamos que hay que devolver. Y eso te genera obligaciones, pero te da derechos.

Estos días he leído que si viniera Andre Razziani supondría la llegada de otro especulador. Y yo me pregunto qué esperamos, qué queremos, qué buscamos cuando nosotros fuimos los que provocamos esta situación vendiendo las acciones a 600 euros. El que compre, o el que compró en 2014, es el dueño, sí, técnicamente el máximo accionista, pero cuando cuentas con más del 80% de los títulos, nos podemos molestar más o menos, pero es el amo, nos guste o no.

Lo de especulador me hace gracia, pero lo entiendo. Los que hablan de democratizar el Valencia me llaman la atención, porque su realidad es utópica, aunque yo la pueda compartir de pensamiento, pero para nada más. Somos una sociedad anónima deportiva, por desgracia, mal parida desde que se equivocó de forma grave don Arturo, y torcida desde aquel nacimiento. A quien venga o a quien esté sólo podemos desearle acierto, y que sea sensible con el entorno... y no lo tenemos garantizado.