Un cambio de rumbo necesario en el Valencia para conseguir la paz social y la excelencia deportiva

Somos un club espectacular, pero necesitamos un poco de calma, no podemos estar desperdiciando fuerzas siempre pegándonos entre nosotros

Toni Hernández | 12 OCT. 2020 | 08:00
Afición del Valencia

La paz social en el Valencia de una vez y para siempre. Este es un concepto casi más viejo que andar, que cuando yo empezaba en esto del periodismo, hace ya un cuarto de siglo, era algo de lo que se hablaba mucho. En todo este tiempo no se ha conseguido, y aunque ahora mismo no existen los mismos bandos que entonces, porque los dueños son de fuera, el clima social de crispación sigue siendo una tónica que no nos podemos permitir. Ahora la moda es distinguir entre los que son pro Meriton y los que no.

Que la diferenciación es muy particular, porque los primeros son aquellos que no insultan al máximo accionista, y los segundos, en muchos casos, son los que insultan a los primeros y al máximo accionista. Todo muy básico para la cuestión tan importante que estamos tratando. Y es que existe la posibilidad de que este enfrentamiento primitivo simplemente sea una excusa para fomentar el cuanto peor, mejor. Que todos podemos teorizar, no se vayan a pensar algunos. En cualquier caso, o todos deponemos las armas verbales y enterramos el hacha de guerra, o no tenemos nada que hacer.

Y hablo del contexto con Peter Lim o con Andrea Radrizzani o con quien sea que termine siendo el dueño del Valencia. Sí, el dueño, no nos pongamos tan finos, que al final es más del 80% de las acciones, y eso hace hasta que pueda cambiar estatutos con más de dos tercios del capital social. Unirnos y no estar en guerra, conseguir la paz del entorno de una vez y para siempre, y tener claro lo que somos a nivel societario, pero sin olvidar lo que somos a nivel social. No es tan complicado, y nos haría un club mucho más fuerte.