La figura de Javi Gracia como entrenador de este Valencia

Javi Gracia es un gran entrenador, y el Valencia ha tenido suerte de ponerlo en su camino. Más allá de que acierte y se equivoque como todos, o que no sea el mejor del mundo, porque al final, los elegidos se pueden contar con los dedos de la mano, no nos volvamos locos. Desde que llegó ha estado expuesto a todo lo que pasó el año anterior. Empezamos por el asunto del entrenador funcionario, luego hemos vivido el tema de los no fichajes y de las verdades dichas sin gritar ni faltar a nadie.

Hemos pasado porque iba a dimitir o si se hubiera pensado venir en caso de haber sabido todo lo que iba a ocurrir. Estoy pensando en muchos técnicos que he visto aquí que no hubieran aguantado ni el 30% de lo que ha vivido el navarro. No sé si por prepotencia o por orgullo, pero la hubieran “liado” por todo lo alto. No voy a analizar el lenguaje gesticular de Gracia, primero porque no soy experto, y segundo porque todos tenemos derecho a vivir las cosas a nuestra manera, según nuestro momento de ánimo.

No sé si Meriton está esperando a que se cierre el mercado para echarlo como se habló esta semana armando un paralelismo con lo que ocurrió con Marcelino el año pasado. No sé si es quien nos tiene que hacer pasar la travesía del desierto para volver a ser un equipo ganador y campeón. Nadie sabe todo esto. Pero lo que está muy claro es que es el tipo perfecto para el momento que nos ha tocado vivir. Y que Lim debería ayudarle. Sin fisuras y de forma urgente.