Carta abierta a Peter Lim de un socio del Valencia, accionista y periodista que no piensa que sea el demonio

Poder sentarse a charlar con el máximo accionista, trasladarle las inquietudes de una afición preocupada, y conseguir que lo comprendiera todo

Toni Hernández | 25 AGO. 2020 | 08:00
Peter Lim

Un aficionado del Valencia de 46 años, que es valencianista desde el día que nació, que es además periodista, socio y accionista desde hace décadas, daría parte de lo poco que tiene por poder sentarse media hora con Peter Lim, como pude hacer hace ya 5 largos años, y hablar con él sobre su equipo, que es el mío. Y soy de los pocos que no piensa que sea usted el demonio que viene a cargarse mi club. Se le agradeció hasta la saciedad que nos sacara del pozo y evitara que cayéramos al abismo. Se le puso la mayor alfombra roja que recuerdo a nadie en la historia. Lo tuvo todo para ser el más grande de todos los tiempos.

Se le perdonaron tumbos muy graves como los que ocurrieron entre 2015 y 2017 (más que perdonarlos, se olvidaron con la llegada de Mateu y Marcelino). He defendido que es mejor que peor, lo sigo pensando, pero es obvio que debo ser ya de los últimos mohicanos, porque la sensación es que no queda ya apenas nadie que piense igual. Le escribo porque sé que no quiere vender el club, porque piensa que puede darle la vuelta a las cosas, porque no ha tirado la toalla a pesar de todo. Y para eso no se puede pegar pelotazo adelante de forma constante, ni dejar que Anil Murthy incendie al entorno día sí y día también. No he visto jamás tanta animadversión a un presidente en mi vida, y lo que es peor, sin atisbo de que haya un punto de retorno posible.

Señor Lim, nos debe pedir ayuda, a la sociedad valenciana, y estaremos encantado de brindársela para hacer un Valencia mejor. Pero si seguimos haciendo las cosas así, si seguimos generando esta distancia, esto va a ser un caos absoluto. No entiendo lo del Lim go Home sin alternativa, y no la hay, porque ni usted vende ni nadie le compra. Y en esa encrucijada de caminos, lo que nos queda es trabajar de la mano, por su bien y por el nuestro, y por supuesto por el del club. Aquí hay mucha gente válida que sería feliz sólo por el hecho de ayudar al Valencia. Llámeles señor Lim, haga caso a los pocos que aún creemos en usted como gestor del equipo de nuestra vida.