Vuelta a empezar y un club que siempre se levanta

El nuevo Valencia trabaja desde hace días y Javi Gracia está centrado en lo que supone el mayor reto de su carrera. No es una situación fácil ya que el nuevo técnico está trabajando con las piezas que quedan de la anterior plantilla y sin saber a ciencia cierta los fichajes que llegarán. Ha asumido la responsabilidad de coger un club que se muestra inmerso en una reestructuración y se puede decir que en una crisis institucional teniendo en cuenta que la mayoría de la afición está en contra de la gestión actual. Al margen de los problemas y los largos análisis que se pueden hacer sobre la manera en la que Meriton está tratando al Valencia, hay que reconocer que si existe un club capaz de recomponerse ante estas situaciones ese es el Valencia.

No es la primera vez que situaciones así acontecen, y lo cierto es que aunque la lectura más razonable que se puede extraer es la de ser pesimista, también hay razones para la esperanza. El Valencia de Marcelino salió de las tinieblas en una situación similar, quedando al margen de las maniobras de la propiedad y ayudado por una gerencia que supo maniobrar bien con el propietario durante una época. Nada tiene que ver la situación actual con la de épocas pasadas, pero no debemos olvidar que el mejor Valencia de la historia reciente (el del doblete 2003-04) llegó tras un verano casi tan movido como el actual.

Incluso no es la primera vez en la que los jugadores han tenido problemas para cobrar sus fichas y el equipo terminó rindiendo en el medio plazo. Algunos pensarán que es una manera de ver el vaso medio lleno y por supuesto tendrán razón, pero es la única manera de creer en un Valencia con demasiadas patas cojas en este momento. No será nada fácil pero lo que sí está claro es que el cuerpo técnico pondrá todo de su parte, al menos ahora, es momento de dar un voto de confianza.