La unión del Valencia, no contra algo, sino por algo

¿Se quiere unir de verdad todo el valencianismo? Eso pasará el día que seamos capaces de sentarnos con quien piensa diferente pero siente igual que nosotros el Valencia. Cuando lleguemos a respetar a todas las formas de vivirlo, todas. No se necesitan palleters, como tampoco grupos excluyentes, que sólo aceptan a quienes son de la misma cuerda. No hacen falta egos, sino gente con cintura que sea capaz de hacernos sentir a todos en nuestra casa, de verdad.

Para eso, todos debemos guardarnos nuestros complejos, dramas y frustraciones en el cajón. Olvidarnos de peleas que son viejas, rancias, y sobre todo, inútiles. Respeto y valencianismo. Sin élites, porque todos somos igual de valencianistas, todos. Y aunque esto pueda parecer un imposible, a quien suscribe también, está muy claro que sin esto no tenemos nada que hacer, pero absolutamente nada. Si no somos capaces de llevar a cabo todo esto, de evitar el jugar a tener razón, de ser generosos con todo y con todos, seremos siempre lo que somos. Muchos pequeños que nunca llegamos a hacer un grande.

Y si siempre nos unimos contra algo y no a favor de algo (que no es la primera vez, ni mucho menos, que esto nos termina pasando en la historia), tampoco iremos en la dirección correcta. No sólo vale estar de acuerdo con “tirar” a Meriton, que además dista mucho de ser así de fácil, sino que el plan B debe estar mucho más claro, porque cuando se quema la falla, la comisión ya tiene preparada la del año siguiente, no se parte de cero nunca. La unión del valencianismo es una viaje aspiración, que pensé en su día que era una quimera sin sentido. Pero que ahora necesitamos como el respirar, con o sin Peter Lim.