Del Valencia somos siempre, mande quien mande, entrene quien entrene, juegue quien juegue... ¿no?

Podemos poner en duda a la propiedad, a los entrenadores o a los jugadores, pero si cae el sentido de pertenencia, ya estamos hablando de otra cosa

Toni Hernández | 13 AGO. 2020 | 08:30
Valencia CF

Ser del Valencia, pase lo que pase, es algo innegociable. Se nos está yendo la cabeza con situaciones que son duras, que no se entiendes porque no se explican. Se observan giros dramáticos que eran impensables hace apenas unos meses, y las posturas se extreman hasta el infinito. Los movimientos sociales que se han generado, que para mí nacen con un problema, porque en lugar de haber uno fuerte hay varios más pequeños, al menos indican que no estamois ni muertos ni sedados. Y eso se ponía en cuestión hace bien poco.

Observo a mucha gente desencantada, y puede ser normal (aunque no es la peor situación de nuestra historia, ni mucho menos), y algunos, muchos, como haciendo que abandonan la militancia. Y eso me produce escalofríos. "Mientras esté Meriton, ni me saco el paso ni piso Mestalla, porque ese no es mi Valencia". No puedo estar más en desacuerdo con esta forma de pensar, porque eso significa que no hemos entendido nada de todo lo que pasó el año del Centenario, más allá de ganar la Copa del Rey.

No hemos comprendido que somos de este equipo pase lo que pase, mande quien mande, entrene quien entrene, juegue quien juegue. Que habrá cosas que nos gusten más y otra menos, pero el escudo, el sentimiento, eso es innegociable. Y con todo el respeto del mundo hacia quien piense diferente, el que sólo es a las buenas, que es legítimo, simplemente no es, no hay que darle más vueltas. Vienen tiempos de demostrarlo con creces.