Desafección absoluta con Meriton y apoyo total al Valencia

Ese es el sentimiento mayoritario actual de la afición del Valencia, ya es difícil tapar lo evidente y la situación va camino de convertirse en insostenible

Jose Hernández | 11 AGO. 2020 | 08:00
Afición del Valencia CF

En los últimos meses se ha hablado muchas veces de la desconexión de la afición del Valencia con su equipo, numerosos testimonios de hinchas fieles hablan de la pérdida de ilusión. Sin embargo, más que desconexión deberíamos referirnos a decepción y resignación; no es cierto que el Valencia no genere atención entre su masa social, pero hay que reconocer que existe hartazgo. El momento es duro y peligroso, a pesar de la defensa a ultranza de la propiedad que ha venido realizando en los últimos meses un pequeño sector del valencianismo (muy pequeño y cada vez más testimonial), lo cierto es que con cada semana que pasa se van terminando los argumentos que justifiquen la dirección que ha tomado la entidad.

Meriton sigue sin comprender que un club de fútbol es algo más que una sociedad en la que haya que mantener balances y respetar jerarquías. Y aunque podamos entender que la buena salud económica es vital para la supervivencia del club, ésta no llegará si se siguen tomando decisiones alejadas del interés deportivo y no se da poder real a verdaderos profesionales del fútbol. Si a ello unimos una gestión en la que prima el revanchismo personal y no se escucha al aficionado en ningún momento, las opciones de éxito pasan por encomendarse al milagro. Y es que el gran error es ese, alejarse de la masa social hasta el punto de despreciarla mostrando indiferencia ante sus opiniones, al fin y al cabo, ¿qué es un club de fútbol sin su afición? y no es una pregunta relacionada con el romanticismo sino con la practicidad. La realidad es que Peter Lim aglutina la mayoría accionarial, pero por mucho que le pueda pesar a la propiedad, si el Valencia pierde atractivo para sus aficionados y deja de ser un equipo competitivo, sería una muy mala noticia para la inversión y los negocios de Lim en el fútbol.

Este verano se está repitiendo el modus operandi de otras temporadas en las que el equipo no llegó a Europa: liquidación total. Además, se espera la llegada de jugadores jóvenes por cantidades elevadas. Por tanto, ¿qué demuestra Meriton con esta manera de actuar? precisamente todo aquello que sus defensores niegan: el hecho de que el Valencia para ellos no es más que un medio para mercadear y especular con futbolistas. Triste, pero no se puede pensar otra cosa cuando repasamos la manera en la que se rompió un buen proyecto deportivo y ahora se ha regresado a la penosa situación de épocas anteriores (y aquí hay que ser justos, ya que desde 2017 a 2019 el club hizo las cosas bien y es lógico felicitar a Meriton por ello).

La solución es complicada pero como decimos, el gran activo del Valencia CF es su respaldo social. Eso terminará salvándole de una manera u otra, pero quizá en la travesía se siga sufriendo demasiado y haya consecuencias casi irreparables. El ejemplo del Málaga y otros clubes es un precedente a tener en cuenta. El valencianismo está cada vez más unido aunque sigue sin haber una alternativa económica real, esto sí que es preocupante. Ojalá Meriton y Peter Lim rectifiquen de alguna forma, o bien proponiendo una salida beneficiosa para todas las partes o reaccionando y cambiando por completo su manera de actuar. Y un último detalle, de poco sirve el argumento de que anteriormente hubo malos gestores y al fin y al cabo la venta a un propietario extranjero fue el resultado de años de guerras. ¿Eso es razón para no poder poner en duda las malas decisiones del club?, ¿o es la única excusa que les resta a los "fans" acérrimos de Meriton?

Evidentemente la grandeza del Valencia está muy por encima de sus propietarios y se debe aspirar a hacer las cosas mucho mejor; esa tiene que ser la exigencia y no compararse permanentemente con otros períodos negros de la historia social del club. La resignación y desafección absoluta nunca llegará a la afición del Valencia aunque sean tiempos oscuros, en los últimos días se está comprobando que se luchará para que haya cambios. Hay mucho trabajo que hacer.