Las notas del Valencia 19/20: Ezequiel Garay

Su rendimiento, cuando estuvo, fue siempre bueno, pero el final nunca se debió dar, en el fondo y en la forma, y todos son cupables

Toni Hernández | 27 JUL. 2020 | 07:30
Ezequiel Garay

Calificar el año de Ezequiel Garay en el Valencia no va a resultar una tarea fácil, porque se van a tener que mezclar las cosas, y eso es algo que personalmente no me gusta. De entrada diré que le hubiera renovado su contrato, sin dudarlo. Aunque eso sí, con unas condiciones económicas acordes al contexto, y me refiero incluso a antes de la lesión. Ligamentos rotos al margen, el argentino es un tipo que no juega más del 60% de partidos de media al año, y eso, cuando vas aumentando tu edad, lógicamente no se corrige.

Le habría dado dos años, condicionados, y con una serie de hitos que, caso de conseguirlos, habrían puesto su salario en una cifra similar, o mayor, a la que estaba percibiendo por el contrato firmado en 2016. Cuando le ocurre la desgracia de caer, todo se complica más, porque el proceso de las negociaciones, como supimos más tarde, no estaba siendo bueno por parte de nadie. Garay es el mejor defensa que ha tenido el Valencia en muchos años. Por delante de cualquier otro, y desde luego, de los que han compartido plantilla con él.

Simplemente es mejor, no es que los otros sean malos. Y cuando ha competido, el equipo ha sido siempre un punto, o dos, más fuerte que sin él. Se da la coincidencia, o no tanto, de que cuando se opera, el desastre defensivo se agrava. No puede ser sólo casualidad, y debe tener un porcentaje de causalidad. Su salida fue fea, y tampoco se merecía un epílogo así. Pero tampoco él estuvo especialmente fino, y el Valencia no podía quedar como el malo de la película, cuando no era cierto. Una lástima perderlo, esa es la verdad.