El futuro del Valencia fuera de Europa

Parece que el dueño tiene muy asumida la merma, una vez descartada la Champions League, y es obvio que el desenlace es vender y volver a construir

Toni Hernández | 17 JUL. 2020 | 08:00
Mestalla

El futuro, deportivo y económico, del Valencia fuera de Europa, es el que es. Y desde luego, no tiene buena pinta, buen color, no nos vamos a engañar. Este presupuesto está diseñado para estar siempre en la Champions League, y todo lo que no sea jugar en la máxima competición continental, con los ingresos que eso conlleva, es un descalabro financiero. Desde ese punto, todo lo que sea empeorar, como tiene toda la pinta de ser este curso, es mucho más dramático.

Lo primero que hay que hacer es cuadrar las cuentas de este año, que dan un desequilibrio de unos 15 millones de euros, más el “extra” motivado por la crisis del COVID-19. Aunque lo duro viene, sin duda, el año que viene, porque sin los ingresos de Europa, y con el gasto que lleva esta plantilla, se deben vender varios jugadores… porque si no, encima, no se va a poder fichar. Deben salir fichas altas y se deben traspasar a aquellos futbolistas que más amortizados puedan estar. La explicación es simplemente y alejada de los tópicos de leyendas urbanas que se pueden leer y escuchar. Los futbolistas que ya están amortizados (pagados a su club de origen), generan un beneficio del 100% para el Fair Play Financiero de la entidad.

Por ejemplo, Parejo o Rodrigo, o cualquiera de los canteranos, estarían en este contexto. Guedes o Maxi, por ejemplo, tendrían que venderse por mucho más de lo que se compraron para de verdad obtener un beneficio. Además de tener en cuenta los posibles bonus que hubiera firmados con sus clubes de origen. El futuro es duro, aunque no tiene que ser negro de forma necesaria. Volvemos a 2017, sin duda… y toca hacerlo mucho mejor.