Hay alguien dispuesto a comprar el Valencia: vale, show me the money

“Hay gente dispuesta a comprar el Valencia”. La palabra gente es un término tan amplio, tan raro y tan abstracto, que personalmente, no me vale para nada. Yo también estoy dispuesto a comprar el Valencia, claro que sí, aunque el problema es que no me llega ni para comprarme el billete para ir a Singapur y hacerle una oferta a Peter Lim. Los rumores al respecto en las próximas semanas van a crecer como las setas, y esto no es bueno, porque sólo van a generar tensión y expectativas infundadas en el peor de los casos.

Ya lo estamos viendo. Juan Villalonga ha estado en Valencia esta semana, comió con gente de fútbol, pero en ningún caso con nadie del Valencia ni tiene la más remota idea de volver al club. Pero fue la comidilla del jueves noche. Si hay gente que le quiere comprar el Valencia a Lim, perfecto, que venga y que haga una oferta. Y que sea seria, porque alguna ha habido que era para no descolgar el teléfono. Si se van a plantear alternativas, que puede estar muy bien, la base es que sean serias.

En caso contrario, se genera expectativa por un lado y se pierde credibilidad por el otro. Lo primero hace que la gente piense en algo que no es posible, con lo que eso conlleva después, y lo segundo siembra un desasosiego extremo que no lleva tampoco a ninguna parte. Quien quiera comprar que lo diga, aunque más valdría la pena que lo hiciera, y eso sólo se ejecuta poniendo el dinero encima de la mesa. Eso, además, no falla nunca, en ningún país del mundo, que nadie se equivoque.